jueves, 29 de marzo de 2012

CARTA A LOS EFESIOS. FUNDAMENTOS DE LA ESPERANZA. 1,20-2,10.

                20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo.

2            1También vosotros estabais muertos por vuestras culpa y pecados, 2pues tal era antes vuestra conducta, siguiendo el genio de este mundo, siguiendo al jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa eficazmente en los rebeldes. 3De ellos éramos también nosotros, pues todos vivíamos antes sujetos a los bajos deseos, obedeciendo a los caprichos del instinto y de la imaginación, y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación como los demás.
              4Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor que nos tuvo, 5cuando estábamos muertos por las culpas nos dio vida con el Mesías -estáis salvados por pura generosidad-, 6con él nos resucitó y con él nos hizo sentar en el cielo, en la persona del Mesías Jesús. Con esta bondad suya para con nosotros, por medio del Mesías, Jesús, 7quería mostrar a las edades futuras su espléndida e incomparable generosidad.
             8De hecho, gracias a esa generosidad estáis ya salvados por la fe; es decir, no viene de vosotros, es don de Dios 9no es por lo que hayáis hecho, para que nadie se enorgullezca. 10Somos realmente hechura suya, creados, mediante el Mesías Jesús, para hacer el bien que Dios nos asignó de antemano como línea de conducta.

EXPLICACIÓN.

1,20-2,10.    La potencia de Dios se ha manifestado en la exaltación de Jesús Mesías. Alude el autor a Sal 110,1: "Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, mientras hago de tus enemigos estrado de tus pies", y a Sal 8,7: "Todo lo sometiste bajo sus pies". Los términos soberanía, autoridad, etc. designaban potencias supramundanas; pero en los escritos del NT, también a los poderes de este mundo, concreción de las potencias que dominan al hombre; ésos son los enemigos que dieron muerte al Mesías y que Dios somete debajo de sus pies. La exaltación del Mesías no lo separa de la humanidad; al contrario, está conectado a ella por medio de la iglesia/comunidad, que es su cuerpo (1,20-23). Complemento, gr. plêrôma, "plenitud", interpretada en sentido activo: "lo que llena/completa".

                  Apela el autor a la experiencia que los destinatarios, como cristianos, tienen de la salvación. El párrafo 2,1-10 resume el tema principal de la carta a los Romanos. Judíos y paganos estaban excluidos de la salvación por sus pecados (cf. Rom 3,9-20), pero Dios les dio vida por medio del Mesías (cf. Rom 6,11), gratuitamente (Rom 3,24); no hay motivo para el orgullo (Rom 3,27s); dedicación al bien (Rom 8,12). El genio (2,2), en griego "eón", alude quizá al dios de ese nombre, personificación del tiempo y de la eternidad. El genio, el jefe, el espíritu (2), personificaciones del mal exterior que influye en el hombre y lo corrompe.

                 Amor y acción de Dios con la humanidad: una nueva vida y el horizonte de su continuidad más allá de la muerte (4-7). La salvación es un hecho presente, verificada por el don del Espíritu, que mantiene al hombre en comunión con Dios. Jesús, como Mesías salvador, es el que ha realizado esta nueva creación. El don del Espíritu/amor no se detiene en sí mismo: está destinado a comunicar amor y vida a los demás hombres (8-10).

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